¿A quién no le gusta un plato de jamón ibérico de bellota? De escribirlo ya se me hace la boca agua, imagínate al degustarlo. El jamón ibérico reduce el colesterol, disminuye la presión arterial, minimiza el riesgo de trombos, aporta gran cantidad de vitamina E al organismo y funciona como antioxidante.

Por tanto, el jamón ibérico se puede incluir en nuestra dieta diaria sin ningún tipo de problemas, siempre y cuando lo tomemos con moderación. Y es que, no modifica el peso corporal y disminuye los líquidos plasmáticos beneficiando al corazón.

¿Realmente engorda?

Un tópico entre la población desde siempre, es que se ha creído que el jamón ibérico engorda por la grasa que tiene, sin embargo, ésta idea generalizada es totalmente errónea. El jamón ibérico no engorda, está considerado el embutido más saludable y con menos grasas saturadas que existe en el mundo entero.

Una vez conocido esto, el jamón ibérico tiene ente 100 y 125 Kcal por cada ración de 50 gramos. O lo que es lo mismo, 7 gramos de grasa saturada, es decir, 2,8% de la energía ingerida, por debajo del 7% de lo recomendado.

Grasa de calidad

Destaca por la excelente calidad de su grasa. Predomina su composición en ácido oleico, con unos niveles superiores al 50%. Lo que facilita la producción de colesterol bueno, HDL. O sea, que su consumo ayuda a mantener unos niveles buenos de colesterol, además de, prevenir enfermedades cardiovasculares.

El jamón ibérico forma parte de la dieta mediterránea y es considerado Patrimonio cultural Inmaterial de la Humanidad, es equilibrado, aporta nutrientes y beneficios para la salud. Según los especialistas, se recomienda comer entre 200 y 300 gramos a la semana en sustitución de otras carnes rojas menos saludables y son más habituales en nuestra dieta.

Desde La Dehesa en la Mesa queremos que de vuestra mente desaparezca el concepto de que el jamón ibérico engorda, ya que es erróneo, el jamón ibérico No engorda. Al contrario, el jamón ibérico es el embutido más saludable que existe.

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